Los inversores aplicados a las bombas de superficie, a las bombas sumergibles o a las bombas sumergibles de drenaje tienen como objetivo optimizar el rendimiento del sistema hidráulico en términos de presión y reducción del consumo energético, gracias a su capacidad para regular el flujo del agua.
Los inversores para electrobombas son dispositivos electrónicos que regulan la velocidad del motor, adaptándola a la demanda real de agua. Este control dinámico de la potencia permite mejorar la eficiencia, reducir el consumo energético, mantener constante la presión del líquido y aumentar la duración del sistema hidráulico.
El funcionamiento de un inversor se basa en la variación de la frecuencia de alimentación del motor de la bomba hidráulica, permitiendo modular la velocidad y el par según las necesidades operativas. En lugar de hacer funcionar la bomba siempre a plena capacidad, el inversor regula el flujo, reduciendo el desperdicio de energía y evitando el funcionamiento en seco. Además, gracias al control de arranque suave y parada suave, se reducen los picos de corriente y las tensiones mecánicas sobre el sistema.
Las aplicaciones más comunes de los inversores para electrobombas incluyen sistemas de riego agrícola, sistemas de presurización en edificios residenciales e industriales, así como el tratamiento y distribución de aguas residuales. En estas situaciones, el uso de un inversor garantiza una entrega de agua constante, mejora el confort, la estabilidad de presión y reduce significativamente los costos operativos.