Aguas negras y aguas claras: ¿qué bomba elegir?

Cuando se habla de electrobombas, una distinción común es entre bombas para aguas claras y bombas para aguas negras.

Esta clasificación se refiere al tipo de líquido que debe levantarse o moverse, lo cual es un criterio clave para seleccionar una bomba hidráulica. Dependiendo de la naturaleza del líquido, es importante identificar la electrobomba más adecuada, construida para operar en condiciones específicas, garantizando confiabilidad y rendimiento.

La diferencia entre aguas claras y aguas negras y por qué se necesitan bombas diferentes.

Las aguas claras son aguas limpias, transparentes o con pocos residuos de pequeño tamaño. Incluyen el agua de la red de suministro, el agua de los pozos, el agua de lluvia y el agua de la piscina. Las aguas negras, por otro lado, son aguas sucias, fangosas, con escombros y partículas sólidas en suspensión. Incluyen aguas residuales, lodos y aguas de excavación en los sitios de construcción.
Las características del fluido están naturalmente vinculadas a las diferentes aplicaciones de las electrobombas. Las bombas para aguas claras incluyen aquellas para riego, extracción de agua de pozos y tanques, distribución de agua y recirculación de piscinas.
Las bombas para aguas negras, en cambio, se utilizan para levantar aguas residuales de fosas y pozos, drenar áreas inundadas, estanques y sitios de construcción. Ya se trate de bombas de superficie, sumergibles o de drenaje, es importante considerar la distinción entre aguas claras y aguas negras porque las características de construcción deben permitir que la electrobomba tolere el grado de suciedad y residuos contenidos en el fluido.

Pompe e valvole idrauliche per acque scure immagine grande | Water Fitters

Una mirada dentro de la bomba: qué hace que el producto sea adecuado para aguas negras.

Para mover aguas sucias, es preferible optar por electrobombas robustas, hechas de materiales resistentes a la corrosión. Sin embargo, el elemento más importante a considerar son los residuos, que deben evaluarse cuidadosamente tanto en términos de naturaleza como de tamaño. Es fundamental que la bomba sea capaz de aspirar estos elementos y permitir su paso sin riesgo de bloqueo. Es esencial conocer el diámetro de los residuos y el tipo de fibras, largas o cortas, contenidas en el líquido que se bombea.
En cuanto a la hidráulica de la bomba, el impulsor vortex es el más adecuado para aguas negras. El impulsor vortex recibe su nombre porque su movimiento centrífugo crea un vórtice que impide el contacto con los elementos fibrosos y filamentosos. Además, al estar montado en una posición retrasada, en la parte más alta del cuerpo de descarga de la bomba, el impulsor vortex garantiza un paso libre amplio para los cuerpos sólidos contenidos en el fluido. El "paso libre" es siempre un dato reportado cuando se trata de bombas para aguas sucias, ya que indica el diámetro máximo de los sólidos que pueden pasar a través del impulsor y la descarga de una bomba.
La pérdida de eficiencia que se experimenta con el impulsor vortex en comparación con otros tipos de impulsores se compensa ampliamente con su confiabilidad, ya que previene el riesgo de obstrucciones y bloqueos de funcionamiento.
En aplicaciones residenciales, una alternativa puede ser el impulsor con triturador, pero para líquidos muy cargados, el impulsor vortex sigue siendo la primera opción.

No solo bombas… aquí están las válvulas más adecuadas para aguas negras.

En plantas de tratamiento, sistemas de alcantarillado y en general donde se mueven aguas residuales, cargadas y fangosas, las válvulas más adecuadas son las válvulas de guillotina y las válvulas de bola.
Una válvula de guillotina es una válvula de compuerta que requiere poco mantenimiento gracias a su efecto autolimpiante, que impide la acumulación de residuos. Funciona como una guillotina: bajar o levantar la compuerta cierra o abre la válvula.
La misma simplicidad constructiva se encuentra también en la válvula de bola. En este caso, la capacidad del dispositivo para evitar el reflujo del fluido se debe al movimiento libre de una bola metálica dentro del cuerpo de la válvula. La presión del fluido empuja la bola a una posición que no obstruye el flujo, permitiendo un paso completo; en caso de sobrecarga, la bola vuelve a su lugar, bloqueando el flujo. El proceso de autolimpieza que ocurre dentro de la válvula también minimiza el mantenimiento.

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