Automatización de procesos hidráulicos: eficiencia, seguridad y precisión.

La automatización de los procesos hidráulicos es un aspecto crucial para una gestión eficiente y segura de los fluidos, tanto en el ámbito industrial como en el civil.

Válvulas motorizadas, transductores de presión, presostatos y presoflujostatos... son varios los sistemas diseñados para monitorear, controlar y optimizar el flujo en un sistema hidráulico. En general, la integración tecnológica mejora la eficiencia, facilita el uso y garantiza, en muchos casos, una gestión más atenta y sostenible de los recursos hídricos, además de reducir el consumo energético.

Sistemas para el control de la presión de fluidos.

El control de la presión de los fluidos en una instalación es una cuestión importante, no solo en términos de eficiencia, sino también de seguridad. En un artículo anterior, profundizamos en las características y aplicaciones de los presostatos y presoflujostatos.
Aquí recordamos brevemente cómo funcionan y en qué se diferencian.

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Un presostato es un dispositivo que detecta la presión de un fluido y, en función de un valor preestablecido, activa o desactiva un circuito eléctrico. En la práctica, cuando la presión supera o cae por debajo de este valor, el presostato abre o cierra un contacto eléctrico. Se utiliza en aplicaciones como el control de bombas, sistemas de calefacción, aire acondicionado, instalaciones hidráulicas y neumáticas, protección contra sobrepresiones o para mantener una presión constante.
El presoflujostato, por su parte, detecta tanto la presión como el flujo del fluido y actúa utilizando estos dos parámetros de manera combinada. Asimismo, en función de los rangos de caudal y presión establecidos, activa o desactiva un contacto eléctrico. Las aplicaciones típicas incluyen sistemas de enfriamiento, riego y tratamiento de agua, casos en los que es particularmente importante monitorear tanto la presión como el flujo del fluido.
Los presostatos y presoflujostatos han evolucionado significativamente a lo largo de los años, pero siguen siendo dispositivos simples. No en vano, a menudo se les llama "interruptores de presión", ya que no envían un valor numérico, sino que simplemente abren o cierran contactos. Sin embargo, representan una forma indispensable de automatización en los procesos hidráulicos en diversos sectores.
Otro tipo de dispositivo para el control de la presión son los transductores de presión. A diferencia de los presostatos y presoflujostatos, estos envían una señal analógica en lugar de una digital. Uno de los métodos de funcionamiento más comunes se basa en la deformación física de un extensómetro en la membrana del transductor causada por el fluido. La resistencia eléctrica, proporcional a la presión ejercida, se convierte en una señal eléctrica y se estandariza, por ejemplo, en 4-20mA.
Los transductores de presión se utilizan ampliamente para el control devariadores de frecuencia, así como en salas limpias, equipos médicos, sistemas de filtración, tecnologías de calefacción y sistemas de climatización.

Válvulas motorizadas: las ventajas de una regulación automática del flujo.

Cuando se habla de la automatización de procesos hidráulicos, las válvulas motorizadas juegan un papel crucial. La apertura y el cierre automatizados, sin necesidad de intervención manual, son muy comunes en las válvulas de bola y de mariposa. El valor añadido de una regulación automática es evidente cuando la válvula no es fácilmente accesible o cuando la fuerza requerida para el movimiento es significativa, como en el caso de cierres de emergencia.
Entre las formas de actuación, la neumática resulta particularmente interesante. El actuador neumático utiliza aire comprimido como medio de energía para abrir, ajustar o cerrar la válvula. Es un mecanismo de funcionamiento simple pero confiable, que presenta varias ventajas sobre los actuadores eléctricos. Las válvulas con actuadores pneumáticos son menos susceptibles al desgaste, tienen menos partes móviles y requieren poco mantenimiento. Son fáciles de instalar y muy compactas, una característica ideal para aplicaciones con espacio limitado. Además, gracias a la baja inercia del aire comprimido, garantizan movimientos rápidos, lo que las hace adecuadas para aplicaciones que requieren alta velocidad.
Los sistemas revisados son solo algunas de las posibilidades que aporta la evolución tecnológica en la gestión de instalaciones hidráulicas. La perspectiva claramente apunta hacia una creciente optimización de flujos, presiones y caudales para reducir el consumo energético. Las oportunidades también están en la reducción de costos mediante el mantenimiento predictivo, diagnósticos avanzados y monitoreo remoto. El IoT y la inteligencia artificial también están destinados a marcar la diferencia en este campo.

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