Los racores hidráulicos de acero inoxidable presentan varias ventajas que afectan la durabilidad y el rendimiento de la instalación.
Es imposible pensar en la construcción de un sistema hidráulico sin el uso de racores específicos. Son estos elementos los que permiten la realización de las diferentes conexiones entre las tuberías u otros componentes, desde las más simples hasta las más complejas, permitiendo que el fluido fluya sin pérdidas a lo largo del recorrido establecido.
Cuando un profesional diseña un sistema hidráulico, tiene claro el sistema de tuberías, los problemas relacionados con la instalación y los tipos de racores a utilizar para satisfacer todas las necesidades identificadas en la fase de diseño.
Tipos de racores hidráulicos.
El término "racores hidráulicos" se refiere a una categoría muy general, dentro de la cual se incluyen muchos tipos de productos. Racores macho y hembra, racores en cruz, racores en T, codos, tapas, tapones, uniones, manguitos, tornillos, tuercas y contratuercas... son los principales elementos que pertenecen al mundo de los racores hidráulicos.
Cada uno de estos accesorios tiene un papel bien definido en la instalación: el codo es una curva que une tuberías con ejes perpendiculares entre sí, el racor en cruz conecta múltiples derivaciones a una única fuente, y elracor en T conecta dos tubos en una sola línea de flujo. Luego están las tapas, que se utilizan para cerrar colectores, o los tapones que permiten crear puntos de acceso al sistema... En resumen, muchos tipos para tantas funciones, que componen el vocabulario diario del fontanero.
Racores hidráulicos de acero inoxidable: una elección de calidad.
Ya hemos tenido la oportunidad de detenernos en las virtudes del acero inoxidable y por qué representa un valor añadido para el sector hidráulico. En primer lugar, la robustez y la fiabilidad a lo largo del tiempo, características muy importantes si pensamos en las tensiones que los racores pueden sufrir durante el uso. Los racores hidráulicos de acero inoxidable pueden utilizarse sin problemas incluso en condiciones de temperatura y presión especialmente desafiantes. Igualmente importantes son la higiene y la resistencia a la corrosión, que deben buscarse en cualquier instalación, pero son imprescindibles en algunas aplicaciones (por ejemplo, en el transporte de agua potable, donde los requisitos de higiene deben ser máximos). Los racores son componentes que presentan una notable criticidad en cuanto a ataque químico, formación de óxido o acumulación de bacterias. De ahí la ventaja del acero inoxidable, ya sea en la versión Aisi 304 o Aisi 316, cuya superficie lisa y compacta es de hecho inmune al ataque de agentes externos.
La ventaja de los racores de acero inoxidable roscados.
Además de la resistencia mecánica, la resistencia a la corrosión y la altísima higiene, el acero inoxidable es un material que se presta bien a los trabajos mecánicos. Por eso, los racores hidráulicos de acero inoxidable roscados son una excelente solución.
En comparación con los racores hidráulicos soldados, los roscados son más funcionales. No solo la instalación es fácil y rápida, mucho más que una soldadura que requiere manos expertas, sino que la rosca es un tipo de conexión desmontable. Basta con desenroscar la pieza para poder intervenir en la instalación en caso de mantenimiento, reparación de alguna avería o simple sustitución de componentes.
Naturalmente, la rosca debe realizarse con gran precisión, para respetar las dimensiones y tolerancias establecidas por las normativas. Las roscas más utilizadas a nivel mundial en el campo hidráulico son las roscas GAS. Estas, a su vez, se distinguen en cónicas y cilíndricas, reguladas respectivamente por las normativas EN 10226-1 e ISO 228-1.
En el primer caso, la estanqueidad se consigue mediante la interferencia entre la rosca macho cónica y la rosca hembra cilíndrica; en el segundo caso, las roscas macho y hembra son ambas cilíndricas, por lo que es necesaria la interposición de un material de sellado adecuado.
Cuando el racor es entre acero y goma.
En el mundo de los racores hidráulicos de acero inoxidable también encontramos el portamanguera. Este componente permite la conexión entre un tubo roscado de acero y un tubo de goma, es decir, de material polimérico. En este caso, la estanqueidad del tubo de goma se consigue mediante ajuste, mientras que una rosca GAS asegura la estanqueidad del tubo de acero.