Imagínese un flujo de corriente que le permita organizar su entrenamiento de manera profesional, incluso en un espacio reducido y en piscinas elevadas. Esa es la función de una bomba de natación contracorriente que aspira el agua de la piscina y la devuelve con una determinada presión.
En la práctica, su cuerpo se moverá mientras permanece en el mismo lugar. Por eso se habla de piscina infinita: una forma sencilla de combinar relajación y actividad física, con muchos beneficios para la salud.