Imaginemos una válvula de bola motorizada a través de un actuador mecánico. En este caso, el movimiento del obturador, que determina la apertura y el cierre de la válvula, se obtendrá mediante un pistón neumático que transforma la presión del aire en energía de movimiento.
Las válvulas de bola son válvulas de movimiento rápido, ya que basta con un cuarto de vuelta para abrir y cerrar. Al accionar la válvula de bola, además, es posible no solo regular el caudal permitiendo o no el flujo, sino también desviar o mezclar el fluido. En el primer caso, se utiliza una válvula de bola motorizada de dos vías, que tiene una entrada y una salida; en el segundo caso, la válvula será de tres vías: dos entradas y una salida para la mezcla o una entrada y dos salidas para la desviación del fluido.