La bomba hidráulica es un dispositivo presente en muchos sistemas y, por lo tanto, desempeña un papel estratégico para satisfacer las crecientes demandas de ahorro energético y soluciones ecológicas.
- La adopción de metodologías como el Extended Product Approach (EPA) y el System Approach, que consideran la interacción óptima entre la bomba, el motor y el control, para garantizar el máximo ahorro energético y fiabilidad.
- Seleccionar la bomba hidràulica adecuada para la aplicación específica y dimensionarla correctamente es esencial para evitar sobrecargas energéticas y costos excesivos.
- Un diseño avanzado del impulsor, incluidos los materiales y la geometría de las palas, es crucial para optimizar la eficiencia hidráulica, reducir las pérdidas por fricción y prevenir fenómenos como la cavitación.
Las directrices que orientan a los fabricantes de bombas eléctricas apuntan cada vez más a alcanzar estos objetivos de sostenibilidad, que en algunos casos ya se han convertido en requisitos legales. La filosofía es la del Extended Product Approach (EPA), una metodología para calcular el Índice de Eficiencia Energética de un "Extended Product" (bomba, motor y cualquier control) teniendo en cuenta el comportamiento de todos los componentes y los perfiles de carga.

Otro aspecto fundamental de la nueva filosofía de construcción es el System Approach, que enfatiza que incluso los dispositivos más eficientes no son suficientes si no pueden interactuar de manera óptima dentro de un sistema. Solo así se pueden lograr los resultados más significativos en términos de ahorro energético, fiabilidad del sistema y reducción de costos de mantenimiento.
¿Qué hace que una bomba hidráulica sea realmente eficiente?
Existen diferentes tipos de bombas precisamente porque hay numerosas aplicaciones donde su presencia es requerida: extracción y distribución de agua, tratamiento de aguas residuales, sistemas de calefacción y refrigeración, industria alimentaria, industria química y minera, etc.Elegir la bomba más adecuada para una necesidad específica es ya el primer paso hacia una elección eficiente. Del mismo modo, la correcta dimensionación es muy importante para evitar sistemas de bombeo sobredimensionados, que necesariamente llevarían a mayores costos y consumo de energía. Hemos mencionado cómo los diferentes componentes de una bomba hidráulica deben trabajar de manera sinérgica para un funcionamiento óptimo, contribuyendo cada uno al resultado final.
El uso de un motor de alta eficiencia sin duda marca la diferencia en el rendimiento de la bomba, pero se vuelve aún más significativo cuando se combina con un sistema hidráulico de alto rendimiento. Cuando se trata de la parte hidráulica, el impulsor es el elemento principal, el que genera la fuerza para hacer circular el fluido. Más precisamente, el impulsor transforma la energía mecánica del eje en energía cinética del fluido. Cuanto más eficiente sea la transferencia de energía, mayor será la eficiencia hidráulica.
El uso de un motor de alta eficiencia sin duda marca la diferencia en el rendimiento de la bomba, pero se vuelve aún más significativo cuando se combina con un sistema hidráulico de alto rendimiento. Cuando se trata de la parte hidráulica, el impulsor es el elemento principal, el que genera la fuerza para hacer circular el fluido. Más precisamente, el impulsor transforma la energía mecánica del eje en energía cinética del fluido. Cuanto más eficiente sea la transferencia de energía, mayor será la eficiencia hidráulica.
El diseño del impulsor depende de las aplicaciones.
El caudal, la presión, la naturaleza del fluido y las condiciones operativas son todos aspectos que influyen en las características de los impulsores. Una primera clasificación distingue los impulsores de flujo radial de los impulsores de flujo axial.En el primer caso, las palas del impulsor están dispuestas radialmente con respecto al eje de rotación. La fuerza centrífuga creada empuja el fluido en una dirección perpendicular al eje del impulsor, asegurando un flujo de alta presión en relación con el caudal.
El impulsor de flujo axial, por otro lado, con las palas dispuestas paralelamente al eje de rotación del impulsor, genera un flujo de alto caudal y baja presión. También existen impulsores de flujo mixto que aseguran un buen compromiso entre presión y caudal y se utilizan en muchas aplicaciones hidráulicas.
Otra distinción es la que existe entre impulsores de palas abiertas, cerradas o semiabiertas. Los impulsores de palas abiertas permiten el flujo del fluido incluso en presencia de sólidos y evitan obstrucciones, por lo que se utilizan típicamente en la industria minera y en el tratamiento de aguas residuales. Los impulsores de palas cerradas y semiabiertas aseguran una mayor eficiencia en la transferencia de energía al fluido y un flujo más estable, pero son adecuados solo para su uso con agua clara.
En general, el principio es que los impulsores deben diseñarse de manera que la geometría y el ángulo de las palas estén optimizados para el tipo de fluido que se maneja y para minimizar las pérdidas por fricción y las turbulencias. Esto reduce el consumo de energía y previene fenómenos peligrosos como la cavitación.
Finalmente, la elección de los materiales afecta tanto la eficiencia como la durabilidad del producto y siempre debe estar vinculada a la aplicación. Los impulsores de acero inoxidable y tecnopolímero, como el noryl por ejemplo, pueden alcanzar resultados interesantes en términos de eficiencia. Las superficies lisas de las palas y la precisión reducen las pérdidas de carga; además, estos materiales tienen una excelente resistencia a la corrosión y estabilidad hidrolítica, una característica ideal cuando el fluido en cuestión es agua potable.