El tratamiento de aguas residuales y la sostenibilidad ambiental son dos temas estrechamente interrelacionados que deben abordarse de la mejor manera y con competencia.
No es casualidad que el Objetivo 6 de la Agenda 2030 de la ONU, "Agua limpia y saneamiento", incluya la protección y restauración de los ecosistemas de agua dulce entre los principios para garantizar agua potable y limpia a nivel mundial. El derecho al acceso al agua potable, lamentablemente, sigue siendo negado a 2.200 millones de personas hoy en día.
El tratamiento de aguas residuales es de suma importancia para alcanzar este objetivo porque permite cerrar el ciclo integrado y devolver al medio ambiente agua no contaminada.
El tratamiento de aguas residuales cierra el ciclo integrado del agua.
El tratamiento de aguas residuales, tanto domésticas como industriales, generalmente implica su introducción en redes de alcantarillado y transferencia a plantas de tratamiento, donde se tratan adecuadamente antes de ser vertidas en los cursos de agua y luego devueltas a la naturaleza.
En algunas situaciones, el tratamiento de aguas residuales industriales puede tener lugar directamente en el sitio de la fábrica. En este caso, a través de instalaciones dedicadas, el agua de proceso se trata para cumplir plenamente con los límites de descarga o para ser reutilizada en los procesos de producción, en línea con un enfoque de economía circular.
En general, el tratamiento de aguas residuales implica diversos procesos mecánicos, biológicos y químicos. Esto requiere el movimiento de aguas residuales tanto en la fase inicial de elevación y transporte como en la fase de transferencia durante las diversas etapas del tratamiento.
En todo esto, las bombas hidráulicas eléctricas son elementos fundamentales y pueden marcar la diferencia en términos de eficiencia de la planta. Las bombas para el tratamiento de aguas residuales están presentes en los pozos de elevación, dentro de los tanques de recirculación y en las transferencias entre tanques. Dado que se trata de aguas residuales, las bombas más adecuadas son las bombas sumergibles de drenaje para aguas sucias. Estas bombas son el corazón de las plantas de elevación y tratamiento.
Bombas sumergibles de drenaje: las soluciones ideales para el bombeo y movimiento de aguas residuales.
La fiabilidad es uno de los requisitos más importantes para las bombas utilizadas en estas aplicaciones.
Es mejor elegir productos fabricados con materiales resistentes, como el acero inoxidable, que aseguren una fácil instalación y mantenimiento.
Sin embargo, es principalmente el tipo de líquido a bombear, especialmente el agua cargada, lo que determina las características ideales de una bomba sumergible de drenaje.
El agua residual es agua sucia y fangosa caracterizada por la presencia de escombros, sedimentos y sólidos en suspensión. En consecuencia, las bombas eléctricas deben funcionar sin riesgo de obstrucción para garantizar la continuidad del proceso de depuración y evitar daños a las tuberías y equipos.
El impulsor de vórtice es una excelente solución para este problema. En la práctica, la geometría del impulsor está diseñada para crear una depresión de vórtice dentro del cuerpo de la bomba, facilitando el movimiento de fibras largas y partículas sólidas. Al elegir un modelo, siempre se recomienda verificar la sección de paso permitida por la bomba, o en otras palabras, el diámetro máximo de los sólidos que pueden estar presentes en el líquido sin causar daños operacionales. También hay bombas sumergibles para aguas sucias equipadas con un triturador en la succión, un dispositivo que muele cuerpos sólidos, facilitando su movimiento.
Finalmente, una consideración sobre el consumo de energía. En las plantas de tratamiento, las bombas, junto con los sopladores para el suministro de aire en los tanques de oxidación y nitrificación, representan una fuente de consumo de energía particularmente significativa. Abordar este aspecto con bombas eléctricas equipadas con motores de alta eficiencia y dimensionadas correctamente para las necesidades de la planta ayuda a contener los costos y el impacto ambiental del tratamiento. De esta manera, el tratamiento de aguas residuales, que ya es esencial para la conservación de la naturaleza, puede ser aún más sostenible.