Cuadros eléctricos inteligentes para instalaciones hidráulicas.

Los cuadros eléctricos en hidráulica son componentes fundamentales para el control, la gestión y la seguridad de los sistemas que manejan fluidos a presión.

Ya sea un pequeño sistema de riego doméstico o grupos de bombeo industriales, los cuadros eléctricos permiten gestionar el arranque, el funcionamiento y la parada del sistema. La evolución tecnológica ha hecho que estos dispositivos ya no sean simples elementos de control. Las posibilidades que ofrece la programación digital y el control remoto los están transformando cada vez más en el núcleo inteligente del sistema, contribuyendo de manera determinante a su eficiencia y sostenibilidad.
Pueden programarse con lógicas personalizadas, según las necesidades específicas de la instalación. Además, la integración de tecnologías móviles y sistemas en la nube permite que los cuadros eléctricos se comuniquen con aplicaciones móviles o portales dedicados, envíen notificaciones, gestionen diagnósticos y soporten el mantenimiento predictivo, reduciendo tiempos y costes de intervención.
La gestión remota del sistema, la optimización del mantenimiento y del consumo representan una ventaja para todos los tipos de aplicación: agrícola, industrial y residencial. En resumen, estas son las principales funciones de los cuadros eléctricos en un sistema hidráulico:
  • Control y gestión de válvulas y bombas;
  • Automatización y programación, según lógicas de funcionamiento basadas en sensores de nivel, presión y temperatura;
  • Seguridad ante sobrecargas, funcionamiento en seco y cortocircuitos, mediante sistemas de paro de emergencia o señales visuales y acústicas de alarma.
Quadri elettrici smart per sistemi idraulici foto grande | Water Fitters

Cuadros eléctricos para instalaciones hidráulicas: un dispositivo clave para muchos sectores.

Los cuadros eléctricos se emplean ampliamente en las instalaciones hidráulicas civiles para el control de bombas, la gestión de sistemas de presurización, el drenaje, así como para operaciones de llenado y vaciado de depósitos, y en la regulación de sistemas contra incendios. También se utilizan en el control de bombas presentes en instalaciones industriales, por ejemplo, en sistemas de refrigeración y lubricación, de termorregulación o de lavado. Sirven para la gestión de los sistemas de bombeo en plantas de tratamiento y depuración de aguas, así como en la agricultura para los sistemas de riego automático. 
Independientemente del sector de uso, los cuadros eléctricos deben presentar algunas características fundamentales:
  • Seguridad para los operadores y el entorno, cumpliendo con las normativas nacionales e internacionales;
  • Modularidad y configurabilidad.
En general, la capacidad de adaptación del cuadro eléctrico es una característica especialmente importante en el contexto de las instalaciones hidráulicas, donde cada aplicación presenta necesidades operativas, ambientales y normativas específicas.

Puntos fuertes de los cuadros eléctricos de nueva generación.

¿Cómo orientarse en la elección de un cuadro eléctrico para la propia instalación?
Un primer aspecto a considerar es la adaptabilidad técnica: los cuadros eléctricos deben tener la capacidad de integrarse y comunicarse con los sistemas ya existentes, lo cual facilita considerablemente la instalación y permite contener los costes. Por “integración sencilla” se entiende la capacidad del cuadro eléctrico de conectarse y comunicarse rápida y fácilmente, sin modificaciones invasivas, con:
  • la instalación hidráulica existente;
  • los sistemas de control y supervisión;
  • las nuevas tecnologías que puedan introducirse posteriormente (IoT, sensores inteligentes, etc.).
Otro aspecto muy importante, con miras a un control y una programación cada vez más precisos y personalizados, es sin duda la posibilidad de gestionar diferentes escenarios operativos. Por último, dado que pueden instalarse en contextos muy distintos, los cuadros eléctricos deben cumplir con determinados requisitos de robustez y protección. Este aspecto se refiere tanto a los materiales con los que están construidos como al grado de protección IP, es decir, el nivel de protección de las partes eléctricas y electrónicas. Un IP alto significa que el cuadro eléctrico puede instalarse incluso en ambientes húmedos o polvorientos sin riesgo de infiltraciones.

Cuadros eléctricos para la protección contra el funcionamiento en seco.

La protección contra el funcionamiento en seco es una de las funciones de seguridad más importantes en los cuadros eléctricos para instalaciones hidráulicas. Se habla de funcionamiento en seco cuando una bomba trabaja sin tener líquido en su interior, una condición muy peligrosa porque causa sobrecalentamiento y daños graves. La fricción natural que se genera dentro de la bomba durante su funcionamiento suele ser refrigerada por el propio líquido, pero si este falta, los componentes mecánicos se sobrecalientan rápidamente, lo que provoca el desgaste prematuro del eje y los sellos mecánicos. ¿El resultado? Daños irreversibles en la bomba y parada del sistema.
El cuadro eléctrico permite desactivar automáticamente la bomba en cuanto se detecta la ausencia de fluido, evitando el despilfarro de energía y, sobre todo, los daños mencionados.
Hoy en día existen varias tecnologías de detección que, al comunicarse con el cuadro eléctrico, permiten detener la bomba:
  • sondas, sensores de nivel y flotadores que detectan la presencia de líquido en el depósito o en la cámara de aspiración y envían una señal cuando el nivel baja por debajo del mínimo;
  • presostatos que controlan la presión en la aspiración o impulsión y envían una señal si esta es demasiado baja;
  • detección de corriente mínima, mediante inversores o relés amperimétricos: dado que la bomba sin líquido consume menos energía, el cuadro compara ese dato con un umbral predefinido y, si se supera, detiene el sistema.

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