Cómo hacer que tu piscina sea más eficiente, sostenible y de bajo consumo.
El invierno ha quedado atrás, y con la llegada del buen tiempo, es hora de pensar en la reapertura de las piscinas. Este es el momento ideal para ocuparse del mantenimiento y aplicar buenas prácticas para disfrutar de un baño relajante con total tranquilidad.
La primavera es la estación perfecta para cuidar los componentes de la piscina, realizar la limpieza, sustituir los filtros y programar un tratamiento de choque para el agua. Pero también puede ser la ocasión para hacer una evaluación técnica más profunda y considerar posibles intervenciones para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la piscina. En resumen, preguntémonos: ¿cómo podemos transformar nuestra piscina en una instalación de bajo consumo y bajo impacto?
Bombas para piscina de velocidad variable: una elección inteligente.
La calidad del agua sigue siendo el punto de partida indispensable. Ningún baño es agradable si el agua no está cristalina y pura. Y para garantizar una buena salubridad del agua, es necesario un sistema de filtración adecuado.
Ya hemos visto que existen básicamente dos esquemas de recirculación del agua —con skimmer o con rebose— cada uno adecuado para diferentes tipos de piscinas. En todos los casos, la bomba representa el corazón de la instalación.

La filtración requiere que el agua sea tratada varias veces a lo largo del día: por lo general, se necesitan dos ciclos completos cada 24 horas. Por este motivo, es fundamental calcular correctamente el tiempo de filtración, teniendo en cuenta tanto el volumen de agua a tratar como el caudal de la bomba. Una bomba con caudal reducido necesitará tiempos de filtración más largos. En general, para mantener una buena calidad del agua, la bomba debe funcionar entre 6 y 12 horas al día, dependiendo del tamaño y del uso de la piscina. En este contexto, elegir una bomba de velocidad variable es una decisión estratégica: permite optimizar el consumo y mejorar la gestión del sistema.
Bombas de piscina silenciosas y de bajo consumo energético.
Al optar por un sistema de bombeo para piscinas, hay dos características principales que deben tenerse en cuenta. Una se relaciona con el confort: la bomba debe ser silenciosa, lo cual ya ofrecen muchos modelos actuales. La otra, igualmente importante, es la capacidad de reducir el consumo energético. Una bomba de velocidad variable adapta su velocidad de funcionamiento –es decir, las revoluciones del motor– según las necesidades reales de la piscina, en lugar de funcionar siempre a máxima potencia. Cuando no es necesario un gran caudal, la bomba gira más lentamente y consume menos energía, y se pueden programar los momentos en los que se requiere mayor flujo.
Cada pequeña reducción supone un importante ahorro. De hecho, se estima que una bomba de velocidad variable puede ahorrar hasta un 80 % de electricidad. Basta con configurar las diferentes velocidades de funcionamiento ¡y listo! La mayor inversión inicial se amortiza en poco tiempo gracias al menor consumo. Además, al trabajar a velocidades óptimas, la bomba sufre menos desgaste, lo que garantiza una vida útil más larga.
Sistema automatizado de desinfección para piscinas.
Además de un excelente sistema de recirculación y filtración, el agua cristalina necesita un sistema de desinfección eficaz.
Quien desea una piscina segura pero también sostenible puede considerar la instalación de un sistema automático de electrólisis salina, que utiliza sal para generar cloro de forma natural. Una forma de ahorrar tiempo, productos químicos y energía. Basta con añadir unos gramos de sal común al agua de la piscina e instalar un clorador salino en el sistema de filtración. Cuando el agua pasa por la célula de electrólisis, se genera un campo magnético que divide la molécula de sal y libera cloro, el agente desinfectante.
Luego, gracias a la acción de los rayos UV del sol, las moléculas de cloro se convierten nuevamente en sal y el ciclo comienza de nuevo. De este modo no solo se mantiene estable el nivel de cloro en la piscina, sino que, al tratarse de un proceso automático, se evitan los desperdicios frecuentes del dosificado manual.