Primavera... es tiempo de mantenimiento para los componentes de nuestra piscina.

Los días se alargan, la temperatura se vuelve más suave, y con los primeros indicios de primavera, surge inevitablemente el deseo de un buen chapuzón en la piscina. Para quienes tienen una, este es el momento de comenzar las operaciones de reapertura. Solo un mantenimiento adecuado, de hecho, garantiza baños con total seguridad. Veamos entonces en resumen cuáles son las intervenciones a realizar, desde la limpieza de la piscina hasta el mantenimiento de los filtros de arena o cartucho.

Muchas piscinas se cubren con una lona durante la temporada de invierno. En este caso, la lona debe limpiarse cuidadosamente por ambos lados con agua y detergentes específicos, secarse perfectamente y luego guardarse para poder ser reutilizada al final de la temporada.

Es fundamental que tanto el fondo como las paredes estén perfectamente limpios. Para la suciedad y la cal es bueno usar productos específicos, que limpian sin dañar los materiales. Si la piscina no se ha vaciado, la solución más fácil es limpiar el fondo de manera automática utilizando un robot limpiador.

Al comienzo de la temporada, no se puede prescindir de la limpieza de los filtros. Esto es fundamental, especialmente si la piscina no se ha vaciado durante el invierno. Las operaciones de limpieza varían según el tipo de filtro. Si el sistema es de FILTRACIÓN DE CARTUCHO, se utiliza el chorro de agua de adentro hacia afuera, mejor si se dispone de una hidrolimpiadora, mientras que el cartucho debe lavarse por separado y dejarse una noche en agua y desengrasante.

La limpieza del FILTRO DE ARENA de la piscina requiere varios pasos. Los filtros suelen tener 6 vías que corresponden a otras tantas funciones: contralavado, filtración, enjuague, descarga, recirculación, cerrado. Se comienza colocando la válvula en modo contralavado y luego se activa la bomba, después de haber abierto la válvula de descarga si es necesario. El agua, al fluir en sentido contrario a la filtración normal, permite eliminar la suciedad que se ha depositado en el lecho del filtro. Posteriormente, se apaga la bomba y se coloca la válvula en modo enjuague para eliminar cualquier residuo restante. Finalmente, siempre con la bomba apagada, se selecciona el modo de filtración, se cierra la válvula de descarga y se reactiva la bomba. El sistema de filtración debe permanecer activo durante 48 horas, mientras se cuida el agua con un tratamiento de choque de apertura.

Como ya hemos visto en un artículo anterior, la bomba y el filtro deben considerarse como un conjunto. Por lo tanto, es importante verificar al comienzo de la temporada también el buen funcionamiento de la bomba y el estado de conservación de sus componentes, en particular de las juntas. Para más detalles, puede leer nuestra publicación anterior: "Bombas para la filtración de piscinas: cómo cuidarlas."

En las primeras fases de la reapertura de la piscina, se necesita un tratamiento de choque. Para obtener este resultado, la solución más práctica es recurrir a la supercloración, es decir, la introducción de una dosis de desinfectante en el agua muy alta, superior a la dosis normalmente utilizada. La dosis de cloro recomendada es de aproximadamente 15 gramos de cloro por metro cúbico de agua. Durante los dos o tres días siguientes, es mejor no utilizar la piscina. Además, se recomienda proceder con la supercloración por la noche, ya que el sol quema 1 ppm de cloro por hora y, por lo tanto, sería un desperdicio de recursos.

Este tratamiento de choque también deberá repetirse al final de la temporada, para mantener la piscina en condiciones ideales. El agua de la piscina debe analizarse constantemente, para verificar tanto el valor del cloro como el del pH, que siempre debe estar entre 7,2 y 7,6. Es una operación que se puede hacer fácilmente en pocos minutos gracias a los testers específicos.

Finalmente, una reflexión sobre los tiempos. Seguramente es importante esperar a que la temporada se haya estabilizado y que no haya sorpresas de última hora del invierno. Al mismo tiempo, sin embargo, no es bueno posponer demasiado. Mucho depende de la temperatura, pero en líneas generales podemos decir que abril y mayo son un buen momento. Si el agua supera los 20°C y aún no hemos realizado las operaciones de limpieza y mantenimiento, podríamos enfrentar problemas desagradables de alteración del agua.

Después de completar estos simples pasos, todo está listo para la nueva temporada. Recordemos que para asegurar la calidad del agua, el sistema de filtración deberá funcionar todos los días durante el tiempo necesario para que toda el agua sea tratada. De aquí la importancia de contar con un sistema confiable y silencioso para garantizar el máximo confort y ser capaz de contener el consumo energético.